En una era en que los avances tecnológicos están transformando nuestra forma de vivir y trabajar, no es de extrañar que el ámbito de la atención sanitaria también esté pasando por una revolución digital. Future Healthcare (FH), a través de su línea de negocio FH – Salud Digital, actúa en el desarrollo e implementación de soluciones de Salud Digital centradas en el cliente, utilizando tecnología y capacidad clínica. A través de Future Healthcare Virtual Clinic (FHVC), busca ofrecer una atención innovadora y sostenible para mejorar la salud y el bienestar de sus clientes. Con un enfoque cercano y accesible, pretende mejorar la experiencia del cliente y aportar valor en la atención sanitaria. Este artículo pretende ofrecer un análisis exhaustivo de los principales factores que influyen en el papel de la Salud Digital como complemento extraordinario de la atención sanitaria presencial en la sanidad pública y señalar la posición de la FHVC ante estos hechos.
La sanidad pública centra su actividad en tres grandes pilares: la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y el prolongamiento de la vida sana, a través de esfuerzos organizados y elecciones informadas de la sociedad. La Salud Digital ha venido para ayudar. Sin embargo, enfrenta varios desafíos. Si por un lado se ve impulsada por el debilitado acceso a la asistencia sanitaria presencial y la inconmensurable oferta de productos a través de canales digitales, por otro se resiente debido a la limitada alfabetización digital y sanitaria de muchos individuos, lo que dificulta su alcance y eficacia.
Todavía es una realidad, especialmente en áreas remotas, el acceso limitado a instalaciones sanitarias. El uso de la salud digital puede ayudar a salvar esta brecha al permitir las video consultas, promover la monitorización a distancia y ofrecer canales de educación sanitaria. La telemedicina, en particular, permite a los profesionales sanitarios prestar una atención de calidad a personas que de otro modo tendrían dificultad en acceder a esa atención.
No obstante, aunque la Salud Digital tenga un potencial inmenso, nos encontramos con la cuestión de la alfabetización digital. Muchas personas, con poca exposición a la tecnología, demuestran tener dificultad en navegar en las plataformas digitales o en utilizar eficazmente las herramientas digitales sanitarias. Este hecho constituye un desafío para garantizar un acceso equitativo a la atención digital. Los esfuerzos de salud pública deben incluir iniciativas para promover la alfabetización digital y garantizar que todos puedan beneficiarse de las innovaciones digitales en el ámbito sanitario.
Por otra parte, los niveles de alfabetización sanitaria en la sociedad son dispares, pero hay una gran mayoría que muestra una falta de conocimiento o comprensión de la información relacionada con la salud, lo que puede impedir la capacidad de un número significativo de individuos para tomar decisiones informadas sobre su salud. Las plataformas digitales de salud pueden ayudar a resolver este problema proporcionando información fácilmente accesible y digerible sobre diversos temas de salud. En este sentido, es inminente garantizar que las personas también superen las dificultades de acceso a los medios digitales. De este modo, las personas podrán tomar el control de su salud y tomar decisiones informadas sobre su bienestar. La FHVC aplica un plan de comunicación sobre alfabetización sanitaria para proporcionar a sus clientes la mayor cantidad de información posible y garantizar que dispongan de las herramientas necesarias para gestionar mejor su salud.
Es interesante analizar la aplicabilidad de la Salud Digital, que justifica el enorme potencial en el área de la sanidad pública. Permite a los profesionales sanitarios diagnosticar y tratar a los enfermos a distancia, reduciendo la necesidad de visitas presenciales y minimizando la carga en las unidades sanitarias. Sin embargo, hay algunas consideraciones y desafíos asociados a su implementación. Uno de los principales desafíos en el uso de la Salud Digital es la toma de decisión – saber discernir cuándo una vídeo-consulta es adecuada y cuándo es necesaria una visita presencial. Aunque la telemedicina sea adecuada para muchas situaciones agudas no urgentes, puede no ser adecuada para emergencias o situaciones que exijan un examen físico. Los prestadores sanitarios tienen que ejercer un juicio clínico para garantizar la forma correcta de prestar la atención. Otro desafío es la deseada contribución para los esfuerzos de promoción de la salud y prevención de enfermedades. La Salud Digital, a través de los recientes canales y herramientas digitales puede promover programas de salud personalizados, recordatorios para rastreos o vacunas y acompañar los comportamientos de salud. Esto permite a los utilizadores gestionar proactivamente su salud y reducir algunas cargas para los interesados. Sin embargo, también exige que los individuos se involucren activamente en las plataformas digitales y asuman la responsabilidad por su salud. Otro reto lanzado por la Salud Digital es la posibilidad de usar estas herramientas digitales de salud para gestionar enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, de forma innovadora. Dispositivos de control remoto, aplicaciones móviles y planes de tratamiento personalizados ayudan a los individuos a acompañar sus parámetros de salud, a recibir recordatorios de medicación y a comunicar con los prestadores sanitarios. Esto garantiza un mejor control de la enfermedad y reduce las hospitalizaciones. Sin embargo, para que se adopte de forma generalizada, es necesario enfrentar desafíos como la accesibilidad de los precios, el acceso a los dispositivos necesarios y el apoyo técnico. Por último, señalamos la importancia del acceso facilitado a profesionales médicos que pueden recetar de forma electrónica, siempre que fuera adecuado, y permitir que los utilizadores accedan convenientemente y complementen sus registros médicos. Además, pueden orientar sobre la interpretación de pruebas diagnósticas complementarias, permitiendo a los individuos tomar decisiones informadas sobre su salud. Sin embargo, es esencial garantizar la seguridad y privacidad de la información sanitaria personal y mantener protocolos estrictos para evitar usos indebidos.
Aunque la Salud Digital presenta numerosas ventajas, hay que tener en cuenta las desventajas y consideraciones para lograr un abordaje equilibrado. La Salud Digital demuestra su conveniencia al ofrecer comodidad cuando elimina el tiempo de desplazamiento y reduce los tiempos de espera de las consultas. A pesar de esto, debe explorar herramientas que promuevan la humanización de la atención y la capacitación de la observación remota para que se aproxime lo más posible a la consulta presencial. FHVC ofrece dispositivos de observación médica remota que capacitan la vídeo-consulta, garantizando la posibilidad de llevar a cabo auscultación pulmonar y abdominal, observación de la garganta, oído y piel, entre otros. Promueve atención sanitaria humanizada a través de programas únicos para cada uno de sus clientes. La Salud Digital tiene el potencial de reducir los costos de la atención sanitaria, minimizando las visitas al hospital y a las readmisiones. Sin embargo, puede ser necesario considerar inversiones iniciales en infraestructura tecnológica y formación. Como hemos señalado anteriormente, no todo el mundo tiene acceso a servicios de Internet a precios accesibles o a los dispositivos necesarios, lo que puede crear disparidades de acceso a la atención sanitaria. Eliminar este foso digital es crucial para garantizar un acceso equitativo para todos.
Terminamos con la certeza de que la Salud Digital se presenta como un complemento extraordinario de la atención sanitaria presencial. Al mejorar la accesibilidad y permitir la atención a distancia, tiene el potencial de revolucionar los sistemas sanitarios. Sin embargo, es necesario dar respuesta a desafíos como el analfabetismo digital, el analfabetismo sanitario y el acceso equitativo. Un abordaje equilibrado que combine interacciones presenciales y digitales puede maximizar los beneficios de la salud en general, garantizando simultáneamente la máxima calidad de la asistencia. A medida que navegamos en este panorama de la Salud Digital, es crucial considerar cuidadosamente los compromisos y los desafíos asociados a los diferentes enfoques para obtener los mejores resultados de salud pública.